domingo, 23 de noviembre de 2008

Empleado del Mes

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Collinaccea Esterata, “Collius

Lo encontramos asilvestrado en algún lugar de la Sierra de Madrid hace casi un año. Lo recuerdo porque era un día especialmente frío, puede que cayera aguanieve. Lucía y yo subíamos por una pendiente del veinte por ciento, muy técnica, un camino flanqueado de robles y digitalis púrpuras. Habíamos oído historias sobre extraños duendecillos que vivían en familia en la espesura de los bosques de Guadarrama. En el libro que consultamos indicaba que estos extraños seres se alimentaban de pequeñas setas venenosas para los hombres, que sin embargo a ellos les dotaban de cualidades sobrenaturales. No especificaba cuales, pero sí decía que desde la Edad Media la endogamia les había hecho degenerar hasta quedar prácticamente ciegos. También decía que a veces se cruzaban en el camino de los hombres, y revelaban secretos extraordinarios a cambio de alimentos ricos en proteínas, los cuales no podían obtener del bosque por razones obvias de tamaño.

En un momento de la travesía, Lucía me indicó que había escuchado un extraño ruido proveniente de unos matorrales. Yo le dije que quizás fuera un hurón, que le dejara tranquilo. Pero ella insistió y al final avanzamos hasta los matorrales; en efecto, un ruido débil se escuchaba desde el interior de las hojas, una especie de llanto. Yo saqué una navaja suiza que tenía en el bolsillo, pero Lucía decidió apartar las ramas con las manos.

Entonces apareció Collius.

Es como en la foto, solo que tres veces más pequeño que un humano. Estaba muerto de frío y decía que se había escapado de casa y que no quería volver, que quería ir a la ciudad y vivir como los hombres. Lucía se encariñó con él desde el principio, pero yo le dije que no, que lo dejara allí, que la ciudad no era lugar para seres tan pequeños. Entonces él me miró con ojos vidriosos, haciendo pucheros, y creo que fue en ese momento cuando nos enamoramos.

Le llevamos a casa y le bañamos. Le compramos ropa de bebé y le enseñamos lo necesario: cómo cruzar pasos de cebra, la red de metro y todo eso. Y además, como teníamos el Blog recién nacido, le ofrecimos un trabajo, para que se ganara la vida; desde entonces colabora esporádicamente con nosotros escribiendo comentarios más o menos acertados, la visión de un ser de otro tiempo que un día decidió romper con su pasado para empezar a vivir como un ser humano.

Por eso y mucho más, hemos decidido que Collius sea nuestro empleado del mes,

¡Felicidades!

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